La verdad bien dicha es la herramienta fundamental del redactor de textos publicitarios. Frente a la opinión generalizada de que hay mucho de deshonesto y sesgado en los medios de comunicación, se erige la honradez quienes en verdad prestan un servicio a la comunidad. Y yo invito al lector a ser uno de éstos.
Con la palabra como elemento básico, el buen copywriter es un auténtico vendedor a control remoto, un vendedor estrella capaz de imponer el liderazgo de los mejores productos y servicios. Para ello, además de su habilidad en el manejo del lenguaje y de su aliada la psicología, se sirve de otros factores que, también se derivan de esa disciplina y han pasado a formar parte de los conocimientos básicos de la teoría de las ventas.
El estilo a redactar
Los cuatro estilos o “filosofías” genéricas de venta que imperan en el mundo publicitario son:
El estilo bernbash presenta al producto dentro de un aura “humana”, simpática y conmovedora, como en los anuncios tradicionales de Volkswagen. Los textos de bernbach le guiñan el ojo al consumidor.
El estilo ogilvy, sumamente descriptivo, resalta, una por una, las características de superioridad del producto que anuncia, sobre las de la competencia. Así fue su famosa campaña de la Rolls Royce.
El estilo reeves trata de impresionar a toda costa. Presenta hechos y demostraciones que muchos juzgan artificiosas.
El estilo Wells, humorístico y refinado, se apoya en la creación de objetos y ambientes de dimensiones increíbles. Presentó a los cigarros Benson tan, pero tan largos, que la puerta de un ascensor lo atrapaba.
Lectura recomendada: Así se escribe una campaña de publicidad efectiva
Jesús Camacho Morelos. Editorial diana. Mexico.1992
