Hacer publicidad es hacer verdad,
binomio esencial de la vida buena:
lo que el hombre necesita, anhela,
¿quién lo tiene y brinda? ¿dónde está?
Responde a esta cuestión la publicidad
blandiendo razones y estrategias
y con creativo afán, tesón y entrega,
conecta esos sueños a la realidad.
Algo de hada y su varita mágica,
algo de genio en lámpara escondido,
tiene en su esencia cada publicista:
de noche a luz, de idea a práctica,
del bosquejo al fruto concebido,
noctámbulo hacedor, obrero, artista.
León Mayoral
Agosto 16, 2005
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